La montaña más alta de América y del Hemisferio Sur, es la señal que indica el arribo al Reino de Chile, que en quechua significa frío y es la puerta de entrada al fin del nuevo mundo.
Esta montaña fue adorada no solo por los Incas sino que protegida y resguardada por la gente de la tierra fría, los Mapuches de Chile.
Si bien América y Sudamérica están en el imaginario de la gente del mundo como un continente de regiones cálidas y tropical, el Aconcagua y la Patagonia son todo lo contrario. Su clima templado mediterráneo de estaciones marcadas entrega paisajes y sensaciones muy dinámicas y no solo cada estación sino que cada mes del año.
Vida alrededor del Gigante de Piedra
Numerosos vestigios precolombinos como asimismo de la conquista hispana, nos muestran que los años pasan pero los paisajes quedan. Los bosques de palma chilena, cipreses, boldos, peumos, arrayanes, canelos y escasos robles demuestran la grandeza natural del sector como también de sus antiguos habitantes. Estas tierras, dominadas por el líder mapuche Michimalonco, conocido como el principal Señor de Chile y ahijado del Inca Huascar, nos hablan y muestran los inicios de la historia del país, los ecos de los choques entre españoles y mapuches y los tormentos de las primeras mujeres europeas que habitaron el sector: Inés de Suarez y Catalina de los Ríos y Lisperguer.
Tradiciones Chilenas
No solo el componente criollo le da un colorido vivir a sus habitantes y el paisaje, estos lugares fueron testigos del paso de caravanas independentistas, comerciantes y arrieros que proyectaban el desarrollo de la capital de Chile, la capitanía mas austral del continente. El canto a lo divino, la cueca brava, la trilla a yegua suelta, las domaduras de potros y carreras a la chilena.
Nieve, termas y grandes vinos
Descubre no solo los pies del gigante Aconcagua, sino sus famosas aguas termales, el primer centro de Ski de Sudamérica y la bodega del nuevo mundo con mas reconocimientos en el mundo.